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Techumbre de la capilla de la Virgen de los Ángeles. Castillo Mesones de Isuela (Zaagoza, Aragón, España).


Vista de Mesones de Isuela.


Mesones de Isuela es una preciosa localidad perteneciente a la comarca de Aranda, al oeste de Zaragoza. Lo más destacado de su patrimonio son el castillo y la iglesia de la Asunción.

El espectacular castillo-fortaleza está situado en lo alto del caserío de Mesones de Isuela, localidad que se extiende a sus pies hasta el valle del río Isuela, afluente del Aranda, con el que se une para dar sus aguas al emblemático Jalón. El castillo ocupa el cerro de las Peñas de la Solana, separando el barranco de Andacón de la margen izquierda del río Isuela, dominando las estribaciones del Sistema Ibérico hasta la Sierra de Buitrera y la vega del Isuela.


Castillo de Mesones de Isuela.


La construcción que hoy podemos contemplar corresponde a la segunda mitad del siglo XIV, entre 1370 y 1382, aunque su origen fue anterior, ya que, por las excavaciones arqueológicas realizadas, se conoce que pudo existir una primera fortificación islámica, que posteriormente fue cedida a la Orden del Temple en 1175. Pudiera ser que este edificio desapareciera cuando en 1363 Pedro IV ordenó derribar las fortalezas de escasa entidad que estuvieran a más de quince leguas de Zaragoza y estuvieran desguarnecidas, para evitar que el enemigo las ocupara, pero no hay documentación que lo afirme.

El castillo que hoy podemos visitar es un monumental castillo del tipo "Felipe Augusto", relacionado estilísticamente con castillos góticos italianos de los siglos XIII y XIV. Tiene planta rectangular de unos 80 por 35 ms., con doble patio interior, potentes muros recorridos por un camino de ronda y seis torreones cilíndricos, uno en cada esquina y otro en el "centro de los lados mayores". En el torreón del ángulo nororiental encontramos el edificio que hoy vamos a visitar, la bella iglesia gótica-barroca de Nuestra Señora de los Ángeles, con la magnífica cúpula de carpintería mudéjar, declarada Patrimonio de la Humanidad.


Escudo de don Lope Fernández de Luna.


El castillo fue ordenado edificar por el arzobispo de Zaragoza, don Lope Fernández de Luna, en el año 1370, cuando fue elegido capital general por el rey aragonés Pedro IV. La fortaleza fue levantada para defender la frontera del reino de Aragón, tras la Guerra de los dos Pedros (Pedro IV de Aragón y Pedro IV de Castilla), para poder defender Aragón en caso de que Castilla volviera a atacarles; y también como residencia palacial.


Don Lope pertenecía a la rama de los Luna de Luceni, era hijo de Lope, señor de Luceni, y de Constanza Gil de Vidaurre. Eligió la carrera eclesiástica, pasando a ocupar la sede de Vic entre 1346-1351, antes de ser elegido arzobispo de Zaragoza en 1351.


En 1359 el rey Pedro lo nombró miembro del consejo de guerra, que le llevó a tomar importantes decisiones en la Guerra de los Pedros, siendo nombrado en 1370 capitán general de Zaragoza. El prelado murió en 1382 durante la campaña militar contra el rey de Mallorca, quedando el castillo inconcluso.


Fue un gran tratadista, diplomático y asesor del rey Pedro IV de Aragón, convirtiéndose en una de las figuras más relevantes de su época, combinando las tareas eclesiásticas, militares y políticas con el mecenazgo en las artes y la cultura, promoviendo grandes proyectos, como las obras de La Seo zaragozana, y el castillo del que hoy estamos tratando. A la muerte de don Lope, el castillo lo heredó su hermana Doña Toda Fernández de Luna; fallecida a su vez ésta, pasó a manos de su sobrino Pedro Ximénez de Urrea, perteneciente a otra poderosa familia, cuyos sucesores serían los condes de Aranda. El castillo fue utilizado en el año 1398 para luchar contra el señor de Illueca, siendo posteriormente abandonado, quizás al dejar de ser un enclave defensivo.


El acceso al castillo se verifica por medio de un arco de medio punto en cuya clave figura el escudo de don Lope Fernández de Luna: "Hizo (Don Lope) el castillo de Mesones y no ha muchos años estavan en el sus armas que eran en campo colorado la luna blanca con punta de lo mesmo y a la redonda del escudo una orla blanca y por ella ocho escudicos pequeños de las armas de los Bidaurres que son en campo de oro una banda azul atravesada"...)


Patio de armas del castillo.


El castillo interiormente se divide en dos partes, la oriental con el patio de armas, en donde se ubican las estancias militares; y la occidental ocupada por la zona palaciega; en el lado norte encontramos la cocina, el aljibe y el almacén; en el lado sur, las estancias palatinas. Entre sus torres destaca la torre del homenaje (al fondo de la fotografía), en el flanco suroccidental del recinto, siendo su fábrica de piedra y presentando un remate en forma de matacanes en la parte superior.


Capilla de Nuestra Señora de los Ángeles.


En el patio de armas, en uno de sus torreones cilíndricos (al fondo a la izquierda), se ubicó la capilla de Nuestra Señora de los Ángeles, ideada para panteón familiar, aunque al final don Lope fue enterrado en la capilla de san Miguel Arcángel en La Seo zaragozana, según pidió en su testamento, obra contemporánea a la del castillo de Isuela, cuyo sepulcro en alabastro realizó el escultor Pedro Moragues (ver post de la parroquieta de La Seo, en la bibliografía).


Capilla de Nuestra Señora de los Ángeles.


El torreón se compone de dos plantas, la superior que conforma la capilla, de planta hexagonal, con su techumbre de madera; y la inferior, que hace las veces de cripta.


Entrada a la capilla de Nuestra Señora de los Ángeles.


Situada a los pies de la capilla, se abre a modo de pórtico de ladrillo, sobre dos pilares de sillería. El tejado es a dos aguas.


Nave de la capilla.


En la segunda mitad del siglo XVII, a expensas de don Manuel Gascón de Álvarez, natural de la localidad y coadjutor de la Curia, se amplió la capilla, incorporándole una nave de tres tramos rectangulares, cubierta con bóveda de cañón con lunetos, que en el año 1720 fue ornamentada con decoraciones barrocas clasicistas, gracias a mosén Juan Antonio Álvarez, sobrino del anterior. Pasando la primitiva capilla a ser la cabecera de la nueva iglesia barroca, constituyendo un ejemplo único en la arquitectura aragonesa.


En el presbiterio hallamos una talla del siglo XIV de la Virgen de los Ángeles, muy venerada en Mesones.


Pies de la nave


A los pies se sitúa un coro sobre la puerta de entrada.


Bóveda de la nave.


La nave se cubre con bóveda de cañón con lunetos, decorada con yeserías barrocas, al igual que en lunetos, arcos fajones, jambas e intradoses de los arcos.


Decoración de los intradoses de los arcos.


Decoración de las jambas.


Entrada a la cabecera de la capilla.


La cabecera se abre a través de un arco de medio punto triunfal que permite el acceso a la antigua capilla; y está separada de la nave a través de una reja de madera. El arco está decorado con yeso policromo y diversas pinturas.


Techumbre de la capilla.


Su vista es espectacular, es una "armadura de base hexagonal de limas moamares que forman en almizate un lazo de doce". Todas las tablas que la conforman, en número de noventa y seis, están decoradas con figuras de ángeles que llevan velas encendidas. Para Gonzalo Borrás la techumbre correspondía a una capilla funeraria (con la cripta en el piso inferior), y en la que se relataba el significado del paraiso cristiano y de la Jerusalén celestial.


El armazón está dispuesto en seis paños. Los lazos que forma la madera generan estrellas de ocho puntas, después de seis, y acaban en lo alto con una de doce en su cierre o almizate.


La armadura es muy similar a la realizada en 1380 por los sevillanos Garcí y Lop Sánchez en la capilla funeraria de don Lope en la parroquieta de La Seo, tomando modelos del mudéjar sevillano.


Techumbre.


Los espacios que quedan alargados lo forman noventa y seis tablillas policromadas representando a bellísimos ángeles mancebos erguidos, portando cirios o candeleros encendidos. Son pinturas sobre tabla, predominando los tonos rojos, ocres y azules sobre fondo dorado.


Techumbre.


Estas pinturas se atribuyen a modelos pictóricos de los hermanos Serra, correspondiendo a la escuela aragonesa de pintura gótica internacional de influencia italiana.


Algunos autores han relacionados estas pinturas con tablas procedentes de la iglesia de Nuestra Señora de Tobed (algunas en el museo del Prado), así como (en un principio) con el tríptico relicario del Monasterio de Piedra, con los que tiene similitudes. Para M.Carmen Lacarra estas pinturas se relacionan con el taller de los Serra (Francisco, Jaime, Pedro y Juan), pintores barceloneses que trabajaron en la segunda mitad del siglo XIV en la Corona de Aragón, sobre todo con Jaime que trabajó para fray Martín de Alpartir, tesorero de don Lope Fernández de Luna, en el retablo del monasterio de la Resurrección de Zaragoza, en fecha próxima a 1379-1381, guardando relación estitística con las mencionadas tablas de Tobed (Virgen de la Humildad, san Juan Bautista y María Magdalena); y con el retablo de la sala capitular del monasterio de la Resurrección o de las Canonesas del santo Sepulcro de Zaragoza.


También algunos autores, como Fabián Mañas, piensan que pudieran estar también relacionadas con Juan y Nicolás de Bruselas, quienes trabajaron para don Lope en La Seo zaragozana, en donde coincidieron con Garci y Lope Sánchez de Sevilla, azulejeros que trabajaron en la capilla funeraria del arzobispo en La Seo.


Techumbre.


Las figuras son muy parecidas entre sí, por la repetición de los rostros y posturas. Son ángeles esbeltos, rubios, con nimbo dorado, solo cambia el color de las túnicas y los fondos.




Techumbre.


Los colores son vivos, en cuya paleta predominan el azul, el rojo y el ocre, además del dorado, en diversas tonalidades.


Techumbre.


Detalle de uno de los ángeles.


Techumbre.


En la parte inferior corre un friso con representaciones vegetales, animales y escudos nobiliarios de don Lope. que se extienden a lo largo de toda la superficie.


Detalle del friso inferior de la techumbre.


Vemos unos animales parecidos a dragones de color rojo, rodeados de motivos vegetales, flanqueados por los escudos nobiliarios del arzobispo don Lope.


Friso inferior de la techumbre.


Escudo de don Lope, flanqueado por aves que unen sus colas, rodeadas de motivos vegetales.


Techumbre.


En algunas zonas vemos que la pintura ha desaparecido por completo. La procesión de ángeles se dispone "afrontada por parejas, con sentido uniforme".


Techumbre. Detalle de unos ángeles.


Son muchachos esbeltos, rubios con nimbo de santidad y alas plegadas en sus espaldas. Visten túnicas cogidas en la cintura, y ocultando los pies. En sus vestimentas hay gran variedad y riqueza, tejidos de seda de oro y plata, brocados, "de inspiración oriental, con motivos vegetales, animales reales y fantásticos y textos de salmos".


Techumbre. Detalle de los ángeles.


Los rostros, siguiendo la influencia italogótica, son delicados, y muy parecidos entre sí, finamente dibujados. Los tonos dorados de nimbos hacen resaltar sus rostros.


Techumbre. Detalle de los ángeles de las tabicas superiores.


En la parte superior se pintaron cinco tabicas con la misma disposición que las de la parte inferior, flanqueadas por tabicas más pequeñas, con el escudo de don Lope.


Techumbre. Tabicas superiores con las armas heráldicas del arzobispo zaragozano.


Horizontalmente cada uno de los paños que conforman la techumbre lo recorre una serie de bandas de carpintería decoradas con lazos de ocho, en cuyo interior, como bien dice Tolosa se "coloca una pequeña cupulita agallonada pintada. Estos lazos de ocho forman entre cada par dos hexágonos alargados".


Techumbre. Tabicas superiores.


El castillo de Mesones de Isuela fue declarado monumento nacional en 1931, pero a pesar de ello en el siglo XX se encontraba en franco deterioro. En 1994 la Diputación afirmaba que el castillo necesitaba una rehabilitación urgente, los primeros trabajos se comenzaron en 1997, contratándose también la restauración de la armadura mudéjar.


Techumbre. Tabicas superiores.


Algunas figuras destacan sobre el fondo dorado.


Techumbre. Tabicas superiores.


Todo el conjunto es una representación del mundo espiritual, los ángeles son portadores de la luz divina.


Techumbre. Detalle de tres ángeles.


Techumbre. tabicas superiores.


Ya hemos comentado que los rostros son de modelado suave, y delicados, parecidos unos y otros. Las túnicas están ricamente decoradas, de clara inspiración oriental, con motivos geométricos, vegetales y frases en letra gótica.


Techumbre. Decoración.


Cada uno de los paños se encuentra decorado horizontalmente por bandas de carpintería decoradas con lazos de ocho, en cuyo interior sobre un octógono (rojos y azules) están colocadas una serie de cupulitas agallonadas pintadas en dorado.


Los lazos de ocho forman entre cada par dos hexágonos "de alargados lados laterales con un pequeño espacio romboidal central"


Cierre de la techumbre.


La pieza colocada en el centro es plana de forma hexagonal y se denomina almizate o harneruelo. Forma una estrella de doce puntas, algo infrecuente en el arte mudéjar aragonés. En el centro la clave es una piña de mocárabes dorada que representa la Divinidad.


En los doce espacios exteriores se ornamentan con dos cupulillas doradas sobre fondo azul.



Hasta aquí nuestro vuelo por la capilla del castillo de Mesones de Isuela, castillo único en Aragón, ya no solo por su grandiosidad y solidez, sino por esta capilla que posee una de las armaduras decoradas más espectaculares del mudéjar aragonés, y como ya hemos comentado, Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.


Espero que os haya gustado. Hasta el próximo vuelo.



BIBLIOGRAFÍA:


-D. de ESPÉS: Historia eclesiástica de la ciudad de Çaragoça... Zaragoza, 1580, fol. 574-574 vº (María del Carmen Lacarra).



-MARTÍNEZ PRADES, José Antonio. El castillo de Mesones de Isuela. Zaragoza: Institución Fernando el Católico, 1983.


-GUITART APARICIO, Cristóbal: Los castillos de la familia Luna durante los siglos XIV y XV...., en "VIcentenario del Papa Luna 1394-1994", pp. 239-250., en JOrnadas de estudio VI Centenario del Papa Luna, Calatayud-Illueca 1994. Calatayud, Centro de Estudios Bilbilitanos..., 1996.


-PÉREZ GARCÍA, Gloria: La comarca de Aranda, Prensa Diaria Aragones, S.A.,2007.



-LACARRA DUCAY, María del Carmen. La capilla de la Virgen del Castillo o de Nuestra Señora de los Ángeles en el castillo de Mesones de Isuela (Zaragoza). Boletín Museo e Instituto "Camón Aznar" de Ibercaja. 2002 , nº LXXXVIII, p. 89-101.


-MAÑAS BALLESTÍN, Fabián. Pintura gótica aragonesa. Zaragoza: Guara Editorial, 1979.


-BORRÁS GUALIS, Gonzalo. Arte mudéjar aragonés. Zaragoza: CAZAR, 1985.



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