El "Parque Grande" de Zaragoza, donde se une el arte y la naturaleza.
A finales del siglo XIX y principios del siglo XX Zaragoza experimentó un gran crecimiento, lo que motivó la necesidad de ejecutar nuevos proyectos de urbanización y de recreo. Debido a ello surgió la idea de aprovechar el espacio existente en la parte sur de la ciudad, entre el Cabezo de Buenavista y las huertas cercanas al río Huerva, para crear un gran parque (unas 40 hectáreas) que sirviera de lugar de ocio y esparcimiento para todos los zaragozanos. Originalmente era una zona poblada de pinares, y cruzada por dos importantes vías de agua: el río Huerva y el Canal Imperial de Aragón.
Plano del Parque José Antonio Labordeta. Fotografía tomada en el mismo parque.
Fue realizado entre los años 1913 y 1927, gracias a la iniciativa del concejal Vicente Galbe Sánchez-Plazuelos. Siendo inaugurado el 17 de mayo de 1929 por Miguel Primo de Rivera, del cual tomó el nombre hasta septiembre de 2010, que pasó a denominarse Parque Grande José Antonio Labordeta, en memoria del cantautor y político aragonés. Es el espacio lúdico más importante de la ciudad, a pesar de que hoy en día es más grande el parque del Agua, y no ha dejado de enriquecerse con nuevos monumentos que lo han ido convirtiendo casi en un museo al aire libre.
Fotografía antigua del Parque, realizada por M. Coyne. AHPZ.
El acceso principal al parque se realiza por el Puente de los Cantautores, llamado así desde el año 2012, antiguamente se denominaba Puente Trece de septiembre (al ser inaugurado por Miguel Primo de Rivera, se le puso el nombre de Trece de septiembre para conmemorar el golpe de Estado del dictador). Enfrente de la entrada una morera péndula, da la bienvenida a un parque en el cual vamos a encontrar gran diversidad de especies arbóreas y arbustivas de todo el mundo. Os he puesto un enlace para aquellos que os gusta la naturaleza y tengáis curiosidad de saber que especies existen en este parque y alrededores.
El Gran parque fue diseñado por los técnicos municipales Miguel Ángel Navarro, Martín Agustí y el jardinero mayor Fernando Gracia Galluza. Cuando todavía no se había comenzado a trabajar, fue invitado por el alcalde Fabiani a dar una conferencia en el Casino Mercantil el pintor y paisajista holandés-sevillano Javier de Winthuysen, el pintor enterado del proyecto animó a realizarlo dando su consejo y apoyo. El ayuntamiento en agradecimiento le puso su nombre al Jardín Botánico en el año 2004.
El Puente de los Cantautores fue realizado por el arquitecto municipal Miguel Ángel Navarro en el año 1928. Decorado con cuatro torrecillas decorativas, dos a cada lado del puente, que están rematadas con pináculos decorados con cerámica verde.
Parte posterior de una de las torrecillas del puente de los Cantautores.
El Puente de los Cantautores está compuesto por tres arcadas sobre el río Huerva. Vista de la arcada central por la que discurre el río Huerva.
Vista del cauce del río Huerva a su paso por el Parque.
Nada más pasar el puente mencionado llegamos a la Avenida de San Sebastián, formada por dos ramales separados por un jardín central, con tres fuentes, parterres y jardines de inspiración versallesca. No podemos olvidar la importancia que tiene el agua en este parque. En el inicio de la avenida encontramos la primera fuente cibernética, amplia fuente rectangular en la que podemos observar el juego del agua con diversos surtidores. Delante de ella, frente al puente, el Memorial José Antonio Labordeta recibe y anuncia el nombre del parque a sus visitantes. Detrás unos aligustres recortados completan la decoración.
Fotografía tomada en el mes de diciembre.
Misma vista que la anterior pero en el mes de mayo.
Detalle de la fuente desde el Paseo de San Sebastián, al fondo el Puente de los Cantautores, entrada principal del parque.
La avenida de San Sebastián es el eje principal de este parque, que termina al fondo con la magnífica cascada y la subida al Cabezo, en donde nos podemos asomar al mirador donde se halla la colosal estatua de Alfonso I el Batallador. En el centro una serie de jardines con aligustres, evónimos y durillos rodean diversos rosales, formando todos juntos un jardín de estilo versallesco.
Vista del jardín en el mes de diciembre.
Vista del Jardín en el mes de mayo.
Segunda fuente cibernética, situada en el centro del gran paseo de San Sebastián, es también una fuente rectangular, de mayor tamaño que la anterior. En ella también podemos ver diversos surtidores de agua que forman un bonito espectáculo para el visitante.
Otro detalle de la fuente central del Paseo de San Sebastián.
El estanque de los Nenúfares, situado entre el jardín versallesco y la tercera fuente cibernética.
Tercera fuente cibernética. La gran fuente oval se sitúa en la confluencia del Paseo de los Bearneses con el Paseo de San Sebastián. Anteriormente estaba situada en la Plaza de Basilio Paraíso. A la derecha un magnífico fresno de hoja estrecha.
Escalinata y Cascada de la subida al Cabezo Buenavista, realizados por el ingeniero, paisajista, pintor y escultor Rafael Barnola Usano. Proyecto de 1987 e inaugurado en 1991. En esta escalinata, en zig-zag, vemos balaustradas blancas ornadas de bolas. La vegetación también tiene su importancia, vemos cedros de incienso, cipreses comunes, etc. Todo conforma una unidad magnífica.
Mascarones de bronce que escupen el agua. Obra del escultor Jesús García Gazol, realizados en Fundiciones Villaguz hacia el año 1991.
Cascada del Batallador, realizada a la italiana con saltos de agua escalonados. Rodeada de acacias de tres espinas.
A la derecha de la escalinata, se encuentra la zona llamada “Bosque de la Amistad”, en el lado del Paseo Mariano Renovales. En este sector se sitúa la escultura del presidente venezolano Simón Bolivar, donada por Venezuela a Zaragoza.
La escultura de Simón Bolivar situada en un alto pódium fue realizada por Pietro Tenerari en 1970.
Bajando hacia la entrada principal del parque por el lateral derecho del Paseo de San Sebastián, nos encontramos el famoso “Kiosko de la música”. Fue realizado por los hermanos José y Manuel Martínez de Ubago en 1909 para la Exposición Hispano-francesa celebrada en nuestra ciudad. En un principio estuvo colocado en la Plaza de los Sitios, siendo trasladado en 1912 al Paseo de la Independencia, para volver a la mencionada plaza en 1924. Finalmente fue llevada al Parque Grande y colocada en el lugar donde hoy la contemplamos.
El kiosko se alza sobre una plataforma octogonal rodeada por una cancela de hierro forjado. Está compuesto por un baldaquino con ocho columnas rematado por una bella techumbre que culmina con una cúpula recubierta de cerámica. Las columnas terminan con una decoración en abanico. Es una de las joyas del modernismo zaragozano.
Encaminando nuestros pasos por el Paseo de San Sebastián hacia la Cascada y la escalinata que sube al Cabezo; a la derecha, encontramos la preciosa avenida de los Bearneses, inaugurada en el año 1955 en honor a los mercaderes originarios del Bearne y que se habían instalado en nuestra ciudad durante la Edad Media (según opinión de algunos autores).
Aunque mi teoría no es esa, sino que con la proximidad a esta avenida de la escultura de Alfonso I, creo que más bien el paseo está dedicado a los bearneses que ayudaron a este rey en la conquista de Zaragoza. Alfonso I el Batallador para derrotar a los musulmanes pidió ayuda a los señores del sur de Francia, entre ellos a Gastón, vizconde de Bearn (casado con Talesa, prima del Batallador); el cual vino con su ejército en ayuda del rey aragonés, consiguiendo conquistar la ciudad el 18 de diciembre de 1118.
Fotografía tomada en el mes de diciembre.
Vista del Paseo de los Bearneses en el mes de mayo.
Otra vista de la avenida de los Bearneses, a la derecha la acequia de las Abdulas.
La misma vista en el mes de mayo.
Paralela a la avenida de los Bearneses tenemos una serie de jardines franceses, en cuya vía central, encontramos una serie de monumentos dedicados a artistas aragoneses, entre ellos el monumento al escritor Joaquín Dicenta, magnífica escultura de Honorio García Condoy.
Detalle de la escultura de Dicenta; en la que se representa al escritor a “la manera romana”, vestido con toga. Estamos ante una magnífica obra escultórica.
Seguimos bajando por la parte izquierda de la avenida de los Bearneses y entre los diversos jardines de tipo francés que forman este extenso espacio, podemos contemplar el monumento al actor Paco Martínez Soria. Compuesto por la escultura del actor, realizada por Miguel Cabré Cazcarra; y la arquitectura que la cobija, obra de Francisco Miguel Barceló, ambas realizadas en 1985.
Paralela al paseo de los Bearneses discurre la Acequia de las Abdulas. Esta acequia antiguamente regaba las huertas que se ubicaban en este parque.
La acequia en el mes de mayo.
En la vía central del jardín francés, paralela al Paseo de los Bearneses, nos encontramos el monumento al tenor aragonés Miguel Fleta. La fuente circular fue colocada posteriormente a la escultura, en una de las remodelaciones que ha sufrido el Parque.
Monumento al Tenor Fleta. Escultura realizada por Ángel Bayod Usón en 1979. El cantante es representado vestido con el atuendo que usaba cuando cantaba la ópera Carmen.
Fotografía realizada en diciembre.
Fotografía realizada en mayo.
Otra vista del entorno de la acequia de las Abdulas.
Los Jardines franceses están situados entre el monumento al Tenor Fleta y el monumento a la Exposición Hispanofrancesa de 1908. En él vemos el clásico jardín francés con setos y macizos de rosas. Al fondo los pinares que tapan la zona superior donde está situado el mirador corrido del Cabezo Buenavista.
Vista de los jardines franceses en el mes de mayo.
Jardines franceses y al fondo el monumento a Basilio Paraíso. Fotografía tomada en el mes de mayo.
Monumento a Basilio Paraíso y a la Exposición Hispanofrancesa de 1908, realizado por los hermanos Ostalé. En un principio se instaló en el Paseo de Pamplona (antiguo paseo de La Lealtad); pero fue trasladado en 1947 al Parque, al reformar el mencionado Paseo.
Al final del Paseo de los Bearneses nos encontramos un estanque, rodeado de altos árboles, constituye un lugar tranquilo y muy bonito. En el centro del estanque, y accesible a través de una pasarela, una caseta. Al fondo se diseñó una pequeña cascada.
Detalle de la cascada, en esta época del año sin agua.
El mismo estanque en el mes de mayo.
Volviendo sobre nuestros pasos y llegando al paseo de San Sebastián, bajamos por el lateral izquierdo para entrar en el Jardín Botánico “Javier de Winthuysen”. Éste forma un recinto cerrado debido una verja que lo aísla del resto del parque. Fue creado en 1796 por la Real Sociedad Económica Aragonesa de Amigos del País. Está dedicado desde el año 2004 al pintor y famoso paisajista sevillano Winthuysen, ya que asesoró en su construcción junto a Rafael Barnola y Mariano Cester. En la fotografía vemos en la parte central una magnífica sabina azul.
El Jardín Botánico mide unos 17.000 metros cuadrados y en él podemos contemplar arbustos y árboles de todo el mundo, entre otros este precioso ciruelo rojo.
En el interior del Jardín están colocados bancos de piedra de principios del siglo XX, obra del ceramista andaluz Juan Ruíz de Luna, en los cuales mostraban la publicidad de la época.
Otro banco que encontramos dentro del Jardín Botánico.
En el centro del Jardín botánico se abre un estanque con una gran clepsidra o reloj acuático, obra de Rafael Barnola Usano. La clepsidra está compuesta por tres esferas que marcan las horas y los minutos conforme avanza el engranaje de la noria, movida por un surtidor de agua. En esta zona tiene su sede desde 1969 el Servicio Municipal de Parques y Jardines.
Misma vista pero realizada en el mes de mayo.
En el jardín Botánico encontramos este ailanto, catalogado como árbol singular.
Bajando nuevamente por el lado derecho del paseo de los Bearneses encontramos el sendero de Isabel Zapata, un tranquilo paraje entre el Jardín Botánico y la Rosaleda.
En este sendero se puede ver el Monumento a la jotera Isabel Zapata, realizado en el año 1980 por el escultor Francisco Rallo Lahoz. Es de diseño muy sencillo, en el cual vemos que la incultura ha dañado el conjunto.
A continuación entramos en la Rosaleda, realizada en 1940 al estilo de los jardines europeos, con parterres de rosas, glorietas, pergolas, etc. Es una zona muy íntima y tranquila.
La Rosaleda en el mes de mayo.
La pergola actual es muy diferente a la primitiva.
Antigua pérgola de la Rosaleda. En el año 2010 fue restaurada, dado el estado en el que se encontraba. En la prensa se comentó que los rosales y las piedras de las columnas que formaban la estructura se conservarían para reponerlos cuando se restaurara, pero no fue así.
Fotografía: Parque Grande, Rosaleda (Daniel Marcos)
https://www.zaragoza.es/ciudad/vistasciudad/m27.htm
Finalmente se sustituyó la sencilla, pero bonita construcción, por una estructura metálica que no tiene nada que ver con lo que allí había. ¿Cúal os gusta más?
Vista de la Rosaleda en el mes de mayo.
En la misma Rosaleda nos encontramos el precioso monumento dedicado a Rubén Darío. Está situado en un lugar muy bucólico; a la izquierda tenemos la Rosaleda y a la derecha el “Cupresal”, denso lugar lleno de cipreses comunes en el que apenas penetra la luz del sol.
Detalle de la escultura dedicada al poeta Rubén Darío, obra realizada por Ángel Orensanz en 1967. La base cubierta con una túpida hiedra.
Detrás, entre la hiedra, una losa con el poema al rey Oscar:
¡Mientras el mundo aliente, mientras la esfera gire,
mientras la onda cordial alimente un ensueño,
mientras haya una viva pasión, un noble empeño,
un buscado imposible, una imposible hazaña,
una América oculta que hallar, vivirá España!
El monumento representa a un niño totalmente desnudo que atrapa con sus manos una estrella, símbolo de la poesía.
El Cupresal que separa las dos partes de la llamada Rosaleda. Un lugar donde los cipreses tamizan la luz del sol.
Otra parte de la Rosaleda, que limita con el Paseo de los Plátanos, en este lugar en primavera o verano es una delicia tomarse un café.
Al final de la Avenida de los Bearneses, hacia la izquierda comienza el conocido como Paseo de los Plátanos, nombre debido a los árboles que lo pueblan, cuyo trazado sigue el curso del río Huerva.
En marzo de 2014 se realizó un concurso de ideas: "El parque a tus pies", para pintar el pavimento de este Paseo, lo ganó el diseño: “A callejear que la calle es tuya y de nadie más”, de Sandra Liarte y Alicia Gracia. En el suelo se pintaron una serie de dibujos que alegran el entorno.
La Dama Ibérica es una escultura realizada en 1984 por la Asociación Cultural “Pablo Gargallo”. En un principio fue concebida para colocarla en el cauce del río Ebro, finalmente se situó en la zona cercana al Rincón de Goya, en el lado izquierdo del Paseo de los Plátanos. En un gran pradera donde cuando hace buen tiempo se concentra la gente para tomar el sol y descansar.
El Rincón de Goya es un recinto proyectado por el arquitecto Fernando García Mercadal en 1928 para conmemorar el primer centenario de la muerte del pintor Goya. Situado al fondo del paseo de los Bearneses.
El edificio que encontramos en este “Rincón” es el primero perteneciente al movimiento racionalista construido en España. Junto al edificio hay un pequeño jardín y una explanada. La de partidos de baloncesto que he jugado en él, eran otros tiempos.
A la izquierda bajando por el Paseo de los Plátanos y casi en la ribera del Huerva, vemos la escultura de Pedro Sánchez Fustero representando al farmacéutico y botánico aragonés Don José Pardo Sastrón.
Detalle del busto de Don José Pardo Sastrón. Fue restaurado por el escultor Francisco Rallo. Cómo podéis ver el vandalismo ha hecho mella en muchas obras de arte de este parque.
El monumento dedicado a la madre, desgraciadamente casi ha desaparecido, ya que las figuras han sido decapitadas. Es una obra realizada por el escultor Ángel Orensanz en 1967.
Bajando por el Paseo de los Plátanos, a la derecha, se ubica el monumento al escritor oscense Luis López Allué, realizado por Ramón Acín Aquilué. Consiste en un doble banco unido por un monumento central donde se sitúa el retrato del escritor, es un monumento que incita a la lectura, por su distribución.
Rincones que podemos contemplar según bajamos por el lado derecho del Paseo de los Plátanos.
Detalle de uno de los rincones a la derecha del paseo de los Plátanos. En concreto es el cupresal visto desde el lado del mencionado Paseo.
Como podéis observar este parque es un verdadero remanso de paz.
Siguiendo por la margen derecha del camino de los Plátanos vemos el busto que realizó en 1928 el escultor Enrique Anel Muniesa, representando al escritor y periodista Eusebio Blasco Soler.
Casi enfrente del anterior, en el lado izquierdo del Paseo de los Plátanos, se ubica este monumento dedicado al médico aragonés Félix Cerrada Marín. Fue encargado por el Colegio de Médicos a Pascual Salaberri Palacio en 1929. Es un monumento formado por dos pedestales, a la izquierda del centauro Kirón, símbolo de la ciencia y del arte; y a la derecha el busto del homenajeado.
La llamada “Fuente Oval” la podemos encontrar a la izquierda del Paseo de los Plátanos, casi en la ribera del Huerva. Es una zona rodeada de altos álamos. La fuente tiene planta elíptica, en ella vemos dos pequeñas fuentes, una en forma de volcán que lanza el agua pulverizada; y la otra es una fuente a base de pequeños tubos que lanzan láminas de agua.
Siguiendo por la parte derecha del Paseo de los Plátanos llegamos a uno de los puntos más bonitos del parque, lleno de altos pinos por los que se cuelan los rayos del sol.
Estamos en la Plaza de la Princesa, a la cual se puede acceder a través de diversos caminos radiales que conducen hacia el centro donde se sitúa la famosa “Fuente de la Princesa o de Neptuno” (dedicada a Isabel II). Una zona rodeada de palmeras, magníficos pinos, aligustres matizados, olmos pendulos , que le dan un aspecto señorial.
Vista del Jardín de Neptuno en el mes de mayo.
La Fuente de Neptuno fue realizada en 1833 por el escultor Tomás Llovet. Fue la primera fuente que se instaló en la ciudad donde la gente iba a buscar agua potable. Su lugar originario fue la Plaza de San Francisco, hoy en día Plaza de España. En 1902 se desmanteló y durante años estuvo almacenada. En 1935 se montó en la Arboleda de Macanaz; y finalmente en 1946 se instaló en el Parque Grande, en la Plaza de la Princesa.
La parte escultórica de la fuente de Neptuno fue encargada al escultor Tomás Llovet. Consta de un pilón circular que rodea a la escultura, la cual se erige sobre una base con forma de pirámide truncada, en cuyos ángulos se disponen cuatro delfines, cuyas bocas son surtidores de agua. En los frentes, entre los delfines, cuatro inscripciones alusivas a la entonces princesa Isabel II. Los cuatro delfines sustentan una columna adornada con bocas de león y guirnaldas, sobre la cual se erige el dios Neptuno, en cuya mano izquierda llevaba su tridente (hoy desaparecido). En los años 90 fue restaurada por el arquitecto Manuel Ferrández.
En el lado izquierdo encontramos dos edificios típicos aragoneses, construidos hacia 1955 bajo el proyecto del arquitecto Alejandro Allanegui. El primero es la Casa de Albarracín, donde se sitúa el museo de cerámica. Realizada tomando como modelo la arquitectura de la zona de Albarracín. En esta zona del parque encontramos altos pinos y chopos negros en la orilla del Huerva.
El segundo edificio es la Casa ansotana, desde 2010 es el museo etnológico. Basado en la arquitectura del Pirineo aragonés.
Escaleras de subida al Cabezo Buenavista. Llamado Buenavista porque desde él se contemplaban las huertas regadas por el Huerva y posteriormente por la acequia de las Abdulas. Esta parte es el primitivo parque existente en 1914.
Vista desde el mirador donde podemos contemplar el Paseo de San Sebastián del Parque inferior José Antonio Labordeta.
En lo alto del cerro del Cabezo Buena Vista se alza esta enorme escultura del rey Alfonso I el Batallador, labrada en 1923 por José Bueno Gimeno, inspirándose en una obra de Pradilla. Fue realizada para conmemorar el octavo centenario de la Reconquista de Zaragoza por parte de Alfonso I. El león de bronce, obra del comandante de artillería Virgilio Garrán y fundido en los talleres Averly, fue colocado en 1927. El estanque es de reciente construcción.
El mirador del Cabezo permite contemplar unas magníficas vistas del parque y sus alrededores.
Vista desde el mirador, se puede observar, a la derecha el Hospital Miguel Servet, y a la derecha el estadio de fútbol de la Romareda y la torre de la antigua Feria de Muestras.
Estanque del Cabezo Buenavista, alimentado por el Canal Imperial de Aragón.
Monumento dedicado por el ayuntamiento a la memoria de los aragoneses confinados en los campos de concentración alemanes durante la Segunda Guerra Mundial, realizado por el arquitecto Fernando Fernández en septiembre de 1985. Los vándalos han hecho de las suyas, como en todo el parque.
Zona de pinares en el Cabezo Buenavista. Os aseguro que es un verdadero lujo pasear tranquilamente respirando aire puro; por ello se le denomina el “pulmón de Zaragoza”.
Escultura realizada por Dolores Franco Secorun en 1952 representando al concejal y gran mecenas del Parque don Vicente Galbe y Sánchez-Plazuelos.
Detalle de la escultura del concejal Vicente Galbe.
El Jardín de Invierno es una de las zonas emblemáticas y del Parque. Fue construido en los años 20. Fue reformado en 1959. Es un espacio protegido por taludes, en los cuales se disponen una serie de jardines.
Jardín de Invierno con el podio realizado en 1959, donde se celebran actos públicos.
Saliendo del Cabezo, podemos seguir el paseo, y os aseguro que no tiene desperdicio , por el paseo de Colón junto al Canal Imperial. El Canal Imperial de Aragón es una de las obras hidráulicas más importantes del siglo XVIII, siendo uno de sus protectores D. Ramón de Pignatelli, No sólo fue construido para abastecer de agua a la ciudad de Zaragoza y regar las huertas y campos; sino que también fue un medio de transporte entre Tudela y Zaragoza, manteniéndose hasta 1861 con la construcción del ferrocarril Zaragoza-Alsasua. En la bibliografía os pongo un enlace donde podéis profundizar más en este tema.
El recorrido del canal representa el límite oeste y sur del parque, siendo también una barrera entre el parque y el barrio de Torrero. Como ya hemos comentado discurre por el Paseo Colón y hay uno de los tramos que corre paralelo al Parque. En él podemos ver preciosas estampas en todas las épocas del año. En el canal encontramos patos domésticos asilvestrados que conviven junto con los azulones y pollas de agua que recorren el canal en todas direcciones.
El paseo por el canal está lleno de sorpresas; durante el recorrido se pueden observar plataneros, álamos y chopos, junto a una vegetación espontánea típica de las riberas, como carrizos y juncos. Desgraciadamente este precioso paseo está muy olvidado por los zaragozanos. Antiguamente en esta parte del canal había embarcaderos donde la gente podía pasar buenos ratos de ocio. Hoy en día los patos, palomas y pajarillos son casi sus únicos habitantes, junto con alguna rata que pudimos ver y fotografiar.
Espero que os haya gustado el paseo por este emblemático parque zaragozano, precioso en cualquier estación del año. No olvidemos lo importante que es la naturaleza y cuidemos nuestro patrimonio artístico y natural.
BIBLIOGRAFÍA:
-Visita virtual parque:
http://vivirlosparques.blob.core.windows.net/vlp-parques-parquegrande/index.html
-Visita virtual Cabezo Buenavista:
http://vivirlosparques.blob.core.windows.net/vlp-parques-parquecabezo/index.html
-Especies que podemos contemplar en el parque:
https://parquesdezaragoza.wordpress.com/parque-grande-labordeta-fichas-de-especies/
-Canal Imperial de Aragón:
http://www.zaragoza.es/contenidos/medioambiente/canal-imperial.pdf.
-Canal Imperial de Aragón:
http://www.canalimperial.com/index.php?sec=18