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EL CAÑÓN DE AÑISCLO. RUTA DE SAN ÚRBEZ


Situado en el Pirineo de Huesca, al sur de Monte Perdido, el conocido como Cañón de Añisclo, forma parte desde 1982 del Parque nacional de Ordesa y Monte Perdido, junto con el macizo de Monte Perdido, Valle de Ordesa, la Garganta de Escuaín y el Valle de Pineta. En 1997 el macizo transfronterizo del Monte Perdido fue declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO, como: “reconocimiento a la belleza y calidad de sus paisajes naturales y culturales, herederos de una estructura socioeconómica que hunde sus raíces en el pasado e ilustra modos de vida montañeses cada vez más escasos en Europa”. En resumidas cuentas, una maravilla de la que tenemos que estar muy orgullosos.


De los cuatro grandes valles que nacen en el macizo de Monte Perdido, el de Añisclo es el más agreste y espectacular. Por él discurre encajonado el río Bellós, rodeado de grandes paredes verticales de roca caliza, erosionadas a lo largo del tiempo por la acción del mismo río. El resultado de esta erosión ha formado un paisaje digno de admirar, es una auténtica maravilla. Los colores, el sonido, la naturaleza vibrante, con una rica variedad de especies arbóreas y arbustivas, entre la que destaca la presencia de hayas, robles, encinas, arces, fresnos, pinos silvestres, abetos, etc, hacen de este valle un auténtico placer para los sentidos, os recomiendo que lo visitéis, no lo olvidaréis nunca.


Cuando visitamos la zona, entramos por el desfiladero de Cambras hasta llegar a la Ereta de Bies, donde se aparcan los vehículos, y ya comienza la excursión. En frente, se encuentra la Cueva de San Úrbez, desde donde parten diversos senderos que te llevan a lo más profundo del cañón, entre las rutas: la de San Úrbez, la de los prados de la Ripareta, la del Barranco de la Pardina, la de la Fon Blanca, etc. En nuestro caso, optamos por el recorrido más sencillo: el de San Úrbez. Desde la ermita de San Úrbez parte un circuito circular en el que se encuentra el puente Sangons, lugar en donde se puede bajar a la misma orilla del río Bellós y relajarse, contemplando el majestuoso paisaje que se divisa desde allí; también se pueden visitar la cascada y las ruinas del Molino de Aso, disfrutando de igual manera de la belleza del lugar.

Las fotografías que os pongo son, como ya os he comentado, de la ruta más sencilla, la de San Úrbez.


Os pongo este enlace por si os interesa conocer in situ este precioso lugar, es la guía alpina del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, con las diferentes rutas y consejos para visitar este magnífico Parque Natural:


http://www.ordesapirineos.com/guiaalpina/




El Cañón de Añisclo. Desde el Mirador de Cruces, Mondoto y los Sestrales, custodiando la entrada del cañón. Fotografía: Carlos Buetas. Flickr. de Añisclo. Desde el Mirador de Cruces, Mondoto y los Sestrales, custodiando la entrada del cañón.


Fotografía: Carlos Buetas. Flickr.

Desfiladero de las Cambras. Una pequeña carretera prácticamente tallada en la roca, discurre por este profundo y angosto desfiladero de altas paredes verticales, va paralela al río Bellós. Fue construida en 1940, es una carretera muy estrecha de un único sentido, que te hace sentir toda la magia del Pirineo aragonés.

Estalagmitas y estalactitas en el desfiladero de las Cambras. Formaciones de rocas que están a pie de carretera, formando cuevas llenas de encanto.

Puente de San Úrbez: Tras una pequeña bajada encontramos el viejo Puente de San Úrbez, construido con mampostería sobre el profundo y vertiginoso desfiladero del río Bellós.


Fotografía cedida por José Antonio Almería.

Detalle del sistema constructivo del puente de San Úrbez.

Ermita de San Úrbez: Se trata de una ermita rupestre creada aprovechando la oquedad en la pared calcárea. Se accede a ella a través de una escalera que llega hasta la verja de entrada. Al fondo, un espacio cerrado a modo de cripta es el lugar donde la tradición sitúa la morada del santo, al cual se le atribuyen varios milagros relacionados con la lluvia.

Detalle de la Ermita de San Úrbez.

Fotografía cedida por José Antonio Almería.

Vista de la Ermita desde el mirador, a sus pies el río Bellós.


Puente Sangons, sobre el río Bellós. En esta zona se puede bajar al río, es un sitio precioso y muy tranquilo, donde puedes contemplar la maravillosa vegetación, oir el sonido de las aguas y sentir la naturaleza, es un relajante natural.

Remanso del río Bellós. Un lugar lleno de paz y en donde la naturaleza te envuelve (si no hay muchos turistas por supuesto).

Río Bellós. afluente del Cinca, sus aguas proceden del Circo de Añisclo, al sur de Monte Perdido. En su discurrir hacia el sur acaba encajándose en un profundo y largo cañón donde se suceden los rápidos con bellas pozas y numerosas cascadas.


Fotografía cedida por José Antonio Almería.

Detalle de la vegetación del cañón, en la parte superior se puede ver una caseta para pastores o borda.

El Molino de Asó. antaño fuente de energía para todos los pueblos de la zona. Hoy día en ruinas, el Molino de Aso se encuentra devorado por la maleza y hundido en el abandono, solo quedan de él cuatro paredes.


Fotografía: www.bttenruta.com


Cascada del Molino del río Asó. Practicando rapel. La Cascada del Molino de Aso, es el punto culminante no solo de esta ruta, sino también del descenso del Barranco de Viandico, en esta cascada se reúnen los barranquistas y practican el rapel, descendiendo por las verticales paredes.


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